Cambio climático
¿Qué es el Cambio Climático?
La radiación infrarroja procedente del sol es la principal fuente de energía que recibe nuestro planeta. Una vez que ésta llega a la superficie terrestre, es redistribuida por las circulaciones atmosféricas y oceánicas y posteriormente devuelta al espacio. El equilibrio entre las radiaciones recibidas y devueltas permite mantener unas condiciones adecuadas para la vida en nuestro planeta.
Los aumentos en las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) limitan la irradiación de esta energía al espacio, provocando un mayor calentamiento de la atmósfera inferior y de la superficie.
CONCENTRACIONES DE GEI
Las concentraciones de GEI están creciendo inusualmente en comparación con las concentraciones históricas. Al mismo tiempo se están dando aumentos de temperatura en la superficie terrestre y en el océano, la superficie de los glaciares y de las nieves perennes retrocede y la variabilidad de las precipitaciones aumenta, con sequías más largas y descargas más violentas.
Los GEI tienen, en general, tiempos de permanencia en la atmósfera muy largos, lo que quiere decir que su efecto se prolonga durante largos periodos de tiempo. Por tanto, para lograr una estabilización de la concentración de CO2 atmosférico, sería necesario
reducir las emisiones globales por debajo de los niveles del año 1990 en un periodo de tiempo corto y seguir decreciendo de forma continuada después.
EL CAMBIO CLIMATICO EN LA COMUNIDAD AUTONOMA DEL PAIS VASCO
Según estudios realizados,
se reducirán las precipitaciones entre un 15 y un 20% anual, con aumento en invierno y disminución en verano. Las temperaturas máximas extremas a fin de siglo podrán subir entre 1,5 ºC y 3,5ºC; y las mínimas extremas entre 1 y 3ºC. Este aumento térmico podría conllevar una mayor evapotranspiración y un mayor riesgo de incendios forestales.
Es significativo el previsible aumento del nivel del mar y de la fuerza del oleaje, que podrán provocar el retroceso de la línea de costa en zona de playas entre 11 y 13 m para mediados del siglo XXI y el riesgo de inundación en los estuarios.
En materia de salud humana, se espera un aumento de la morbi-mortalidad por olas de calor e islas de
calor y un aumento de los episodios agudos respiratorios, especialmente de las alergias.
Se prevén cambios en las comunidades animal y vegetal tales como cambios en la distribución de las especies continentales y marinas, modificaciones en las especies invasoras y parasitarias o aumento de la
vulnerabilidad o cambios poblacionales.
En el sector primario, la explotación forestal podrá ver alterado su periodo productivo. En el sector agrario, puede verse reducida la duración de las cosechas y modificadas las épocas de siembra y cosecha.
Otros impactos previstos son los cambios en la demanda energética y en las fuentes de suministro.
En el sector turístico se prevé un cambio de la demanda y una intensificación del turismo interestacional.
En todo caso, los costes económicos esperados por el impacto del cambio climático pueden llegar a
ser importantes.
EL PROTOCOLO DE KIOTO
La Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (1992) constituye la primera respuesta internacional al problema del cambio climático que cristaliza en el Protocolo de Kioto como un primer plan hasta 2012 para limitar el crecimiento de las emisiones, estableciendo al mismo tiempo mecanismos que faciliten su cumplimiento de manera eficiente.
La Convención reconoce los principios del desarrollo sostenible, entre los que destacan los siguientes:
· El
principio de precaución, según el cual la falta de total certidumbre no debe utilizarse para
posponer las medidas de mitigación del cambio climático cuando haya amenaza grave.
· El
principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas de las partes, que se concreta en el establecimiento de obligaciones específicas para todos los países industrializados y los restantes países de la OCDE cada uno en función de su cuota correspondiente.
Fruto de los trabajos de la Convención se llegó a la adopción del Protocolo de Kioto, que entró en vigor en el año 2005 y ha sido suscrito por 189 países. Con ello, la comunidad internacional fijó un objetivo de reducción de las emisiones de GEI de las economías desarrolladas de un 5,2% con respecto a sus niveles de 1990 durante el periodo 2008-2012. Dicho objetivo se distribuyó entre países y uniones de países de manera diferenciada en función de la influencia de los sectores de generación de energía, sector doméstico y sector industrial de uso intensivo en la energía.
Para cada uno de los sectores se definieron criterios que determinaran los límites de emisión razonables, y que tuvieran en cuenta las circunstancias de los sectores en cada país, de forma que el límite establecido para cada país se obtenía de la agregación de los límites observados para cada sector.
Para facilitar el cumplimiento de esta meta, se han desarrollado una serie de mecanismos flexibles:
· El
Mecanismo de Aplicación, que consiste en el desarrollo de proyectos de reducción de emisiones en otro país Anexo I, típicamente una economía en transición.
· El
Mecanismo de Desarrollo Limpio, que consiste en el desarrollo de proyectos de reducción de emisiones en países no Anexo I, típicamente países en vías de desarrollo.
· El
Comercio de Derechos de Emisión, consiste en el intercambio de Unidades de Cantidad Atribuida (AAU, por sus siglas en inglés) entre Estados del Anexo I.
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